Una de las preguntas que suelo hacerme, por la forma en que está configurada mi mente, es la que da título a esta basura que algunos llamarían entrada. Hago lo posible por ayudar, apoyar gente. ¿Gente que me importa? No necesariamente, pero sí es la principal que intento apoyar. Me pasó ayudando con respuestas en el colegio, tratando de mejorar el ánimo de gente anímicamente peor que yo. En general, ninguna cosa material (aunque he prestado plata que no tenía ni esperaba que me devolvieran), porque no soy bueno con ellas, ni tampoco cosas que requieran mucho esfuerzo físico, porque mi nivel de torpeza es brutal. Pero tiendo a intentar ayudar.
Esto ha pasado al nivel de que me han manipulado para exigirme más de lo que me corresponde o me hace bien dar en términos de ayuda.
Sin embargo, independientemente de todo ello, nunca pedí nada a cambio, nunca lo hice esperando algo a cambio (si bien buena parte de las veces hice cosas porque no sé decir que no). Y está bien así, la verdad, porque no esperaba nada, solo ser útil y sacar a algún otro u otra de un apuro.
¿Y qué pasa cuando yo soy el que está en apuros?
Jamás hago saber que lo estoy, aunque algunos lo notan. Sin embargo, demasiado es el egoísmo como para que les importe. No los juzgo, no espero que me ayuden, yo no pido ayuda. Pero aún así, algunos se acostumbran a que yo esté, incluso cuando no puedo. Lo que me molesta es la sensación de que, si yo necesito el apoyo, nadie me lo dará (aunque algunos puede que sí, si se los pidiera, pero no lo haré: pedir esa ayuda no está en mi naturaleza y no me gusta sentirme en deuda con nadie). Ni siquiera quienes se supone que están para ello. Entiendo que no lo hagan, en todo caso, no los culpo ni los culparé nunca.
Ayudar a otros me va a matar, pero no lo suficientemente rápido como para que valga la pena.