domingo, 10 de marzo de 2024

Presentación

Una vez, me inscribí en un curso de escritura online, siendo la primera "clase" un apunte que no apuntaba nada, pareciendo tal vez un montón de pensamientos aleatorios intelectualoides sin mucho sentido ni hilo conector fuera de querer sonar superior, una suerte de maestría surgida de hacer quedar al resto como iletrados y no por tener alguna expertiz en el tema.

La primera tarea consistía en "presentarse". La instrucción no era más clara que eso, escribir un pequeño texto de presentación. Quedé confundido, ¿presentarse cómo, por qué, para quién, con qué objeto? Cualquier ejercicio planteado a los educandos debe ser claro y tener un propósito claro, ¿cuál era el de este, conocer a los partícipes, hacerlos «soltar la mano»? Ninguna explicación de expectativas al respecto.

La pregunta que me surgió, particularmente, fue ¿cómo me presentó? ¿Tengo que dar un recuento de lo que soy, fui, hago, hice? ¿Qué define quién soy? ¿Quién define quién soy? ¿Es mi labor? Porque si es así, no soy nadie. Solo un conjunto de órganos organizado por uno de ellos que resulta parecer un miembro de una sociedad decadente y maligna sin ningún tipo de mejora o intención de superación. Hago muy poco como para que nada de lo que permite a alguien decir "yo soy tal o cual cosa", como el ingeniero Pérez, el abogado Doe, el artista Mustermann, el soldado Ivanovich. Un poco de esto, un poco de aquello, no en demasía, ¿quién se supone que sea yo? ¿Qué se supone que diga cuando me presente? Fuera de un nombre puesto a una unidad humana bien hecha (porque mis padres, especialmente mi madre, hicieron un trabajo decente), pero mal construida y sin nada a su cuenta, nombre ni haber, fuera de eso, ¿qué soy? ¿Quién soy?

Nada ni nadie, eso es lo que soy. Un conjunto de cosas sin terminar, algunas ni siquiera empezadas, que no definen ni declaran nada. Ese soy.

Al final, entregué algo parecido a un currículum redactado en prosa, porque no supe nunca qué querían, pero una vez entregado, confirmé lo que esperaba: no era eso. Tampoco me dijeron allí qué esperaban, así que aún estoy con la duda.

viernes, 1 de marzo de 2024

Cada vez que despierto chocan en mí la sensación de que no debería estar acostado durmiendo y la imposibilidad de funcionar de cualquier manera. Mis ojos se niegan a abrir, mi cuerpo a duras penas se mueve para reacomodarse y que deje de dolerme el lado sobre el que pasé apoyado quién sabe cuánto tiempo. La luz molesta, las responsabilidades son odiosas, me embarga la rabia de saber que no debo estar en esas condiciones. Pero no puedo hacer nada, realmente. Solo me levanto porque es necesario, pero por mí, me dejaría en el lugar, esperando la podredumbre que viene demasiado lento de otra manera.

Hace unos días, vi a alguien que se juraba filósofo y conocedor de lo que es bueno en la vida preguntar a su público imaginario, "¿eres una persona feliz con momentos de tristeza o una persona triste con momentos de felicidad?". Una pregunta ociosa, porque su respuesta es obvia. No he sido feliz un solo día de mi vida, tan solo he tenido buenos momentos, la mayoría de los cuales lo son porque olvido que existo yo.

viernes, 2 de febrero de 2024

Se enojan conmigo porque digo la verdad. Se enojan conmigo si parece que miento. Se enojan conmigo por notar cosas que son ciertas. Se enojan conmigo.

¿Para qué intentarlo? Porque soy imbécil y no aprendo.

lunes, 29 de enero de 2024

Si lo hago bien, está bien, aceptable, lo correcto.

Si lo hago mal, soy lo peor, tengo malas intenciones, merezco que se enojen conmigo.

No basta con que sea yo el que me ve así, parece que para todo el mundo debe ser de ese modo.

sábado, 6 de enero de 2024

Me llaman manipulador por decir lo que sinceramente pienso de mí, con el argumento de que lo hago para hacer sentir mal, cuando me he callado toda la puta vida para no hacer sentir mal a nadie.

No puedo ganar, porque el juego está arreglado en mi contra del inicio. Alguien máteme, porque soy muy cobarde para hacerlo yo.

lunes, 25 de diciembre de 2023

Meta en la vida: pasar las festividades solo alguna vez. Realmente solo.

La última vez, estaba en una etapa en que buscaba interacción social y la siguiente, no me dejaron tranquilo en toda la noche a punta de llamadas y mensajes.

Definitivamente la soledad ya no es parte de mi vida y lo detesto.

lunes, 20 de noviembre de 2023

Cada día que pasa es uno más para mostrar que soy un fracaso. Dos grados académicos y nada que mostrar de ellos. Se supone que he investigado y publicado, pero no he participado de nada que lleve mi nombre, realmente. Estoy estancado, no he hecho nada útil. No tengo habilidades, no tengo competencias, no tengo intereses; se suponía que, en algún momento, iba a ser algún tipo de creativo o investigador, ¿qué me queda ahora? Un sitio donde el movimiento se me hace imposible, por mi propia inoperancia e incapacidad de obtener cualquier tipo de oportunidad real.

Lo mejor de todo es que, con estos grados que tengo, no hago uno. Me sirven para mantenerme suficientemente estable como para que parezca que estoy bien, pero no es suficiente, porque nunca es suficiente para nadie a mi alrededor. Yo no soy suficiente, nunca lo fui, nunca lo seré. No soy más que un evento en la estadística. Ni suficientemente brillante como para destacar, ni suficientemente maldito como para pudrirme como corresponde. Solo queda seguir existiendo, porque ni para terminarlo todo sirvo.

Pensé por un momento en intentar el desafío de NaNoWriMo, pero ¿para qué? ¿Qué basura he podido producir que sea digna de mención? ¿Qué porquería he terminado en mi puta vida? Nada, nunca he terminado nada. Los grados fueron regalos, no los terminé yo, los terminaron por mí, ya que necesitaban gente que saliera.

Ni siquiera puedo sacar de mí lo que siento del único modo que sé expresarme, que es con la palabra escrita. Esto es solo un mísero reporte de hechos irrelevantes, frío, vacío, sin ninguna emoción destacable ni florituras del lenguaje que lo vuelvan agradable, al menos.

Ojalá me atropellen y no quede suficiente de mí como para un funeral.