lunes, 12 de diciembre de 2011

Lecciones en Economía


Lecciones en Economía:

Socialismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te obliga a darle 1 a tu vecino.

Comunismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te da algo de leche.

Fascismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te vende algo de leche.

Nazismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te dispara en la cabeza.

Burocracia: Tú tienes 2 vacas. El estado te pierde una, ordeña la otra y luego tira la leche al suelo.

Capitalismo (tradicional): Tú tienes 2 vacas. Vendes una y te compras un toro. Haces más vacas. Vendes las vacas y ganas dinero.

Capitalismo (moderno): Tú tienes 2 vacas. Vendes 3 de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante letras de crédito abiertas por tu cuñado en el banco. Luego ejecutas un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tienes las 4 vacas de vuelta, con exención de impuestos por 5 vacas. La leche que hacen tus 6 vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Cayman que vuelve a vender los derechos de las 7 vacas a tu compañía. El informe anual afirma que tu tienes 8 vacas con opción a una más. Coges tus 9 vacas y las cortas en trocitos. Luego vendes a la gente tus 10 vacas trozeadas. Curiosamente durante todo el proceso nadie parece darse cuenta que, en realidad, tú sólo tienes 2 vacas.

Economía japonesa: Tú tienes 2 vacas. Las rediseñas a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te haces rico. Luego ruedas todo el proceso en dibujos animados. Los llamas ‘Vakimon’ e, incomprensiblemente, te haces millonario.

Economía alemana: Tú tienes 2 vacas. Mediante un proceso de reingeniería consigues que vivan 100 años, coman una vez al mes y se ordeñen solas. Nadie cree que tenga ningún mérito.

Economía rusa: Tú tienes 2 vacas. Cuentas y tienes 5 vacas. Vuelves a contar y te salen 257 vacas Vuelves a contar y te salen 3 vacas. Dejas de contar vacas y abres otra botella de vodka.

Economía china: Tú tienes 2 vacas. Tienes a 300 tíos ordeñándolas. Explicas al mundo tu increíble ratio de productividad lechera. Disparas a un periodista que se dispone a contar la verdad.

Economía iraquí: Tú no tienes vacas. Nadie cree que no tengas vacas, te bombardean y te invaden el país. Tú sigues sin tener vacas.

Economía suiza: Hay 5.000.000.000 vacas. Es obvio que tienen dueño pero nadie parece saber quién es.

Economía francesa: Tú tienes 2 vacas. Entonces te declaras en huelga, organizas una revuelta violenta y cortas todas las carreteras del país, porque tú lo que quieres son 3 vacas.

Economía neozelandesa: Tú tienes 2 vacas. La de la izquierda te parece cada día más atractiva.

Economía española: Tú tienes 2 vacas, pero no tienes ni idea de donde están. Pero como ya es viernes, te bajas a desayunar al bar que tienen el “Marca“. Si acaso, ya te pondrás a buscarlas el miércoles después del puente de San Aniceto.

Economia chilena: Tu tienes 2 vacas y te las roban, nunca sabrás si fueron los flaites o el estado.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Sobre las fechas "místicas"

No soy de dar mucho mis opiniones en este blog, pero hace tiempo que quería publicar algo nuevo y este día es ideal para ello. Once de noviembre del dos mil once. Visto en notación DD-MM-YY, es 11-11-11.

Para los informáticos, sería nuestro "año nuevo", porque el 1111 es el número más alto que se puede representar con 4 bits (en binario, correspondiendo al número 7), pero es más un juego con la combinación numérica que algo místico.

Ahora, los tarotistas y demás "trabajodores" del misticismo, por llamarlos de algún modo, piensan que es un número mágico... Si lo es o no, no es mi problema, pero lo que pretendo exponer es que la fecha no tiene nada de especial.

¿Por qué es esto? Porque esta fecha es una elección numérica arbitraria. Se definió el año 0 como el año 753 después de la fundación de Roma, porque un teólogo cristiano del medioevo (si la memoria no me falla) encontró que en esa fecha Cristo había nacido. Pero existe un problema: los historiadores encontraron que, de haber existido la figura histórica de Jesús de Nazareth, ésta nació en el año 749 después de la fundación de Roma. 4 años antes de lo que se asume. Para el que no lo haya notado, significa que el 11-11-11 ocurrió hace 4 años, suponiendo que nuestra definición, nuevamente, arbitraria tenga alguna incidencia en el mundo místico.

¿Por qué esta definición arbitraria no se aplicaría, por ejemplo, al 21-12-2012, el "fin del mundo" maya? Porque esa fecha no es arbitraria, es esa fecha donde, en teoría (no estoy seguro completamente), termina un ciclo astronómico. Es decir, alguna vuelta definida en el espacio culminará en ese momento. Lo mismo se aplica para fechas como Samhain (Halloween) o la noche de Walpurgis: son momentos específicos del año, no dependen de la asignación arbitraria de un número para designarlos.

Finalizando, entonces, quiero decirles que toda fecha, sea el 12/12/12 o el 11/11/11 o el 6/6/6, que dependa de un sistema calendario particular no tiene nada de mística. Es sólo otro engaño publicitario. Bien podemos definir un nuevo calendario en el que hoy es el día 4 del mes tercero del año 5. Sería como cualquier otro y no pasaría nada particularmente espectacular que tenga que ver con los numerólogos. Por lo demás, si fuera un número particularmente importante, ¿por qué en regiones donde se siguen otros calendarios no ocurre nada?

Saludos

martes, 12 de julio de 2011

De la Escuela y los peligros de la Carencia de Maestros

Tiempo ha de mi última participación en este blog. La verdad es que tuve una seria falta de inspiración para escribir cualquier cosa, todavía, a mis 25 años, no tengo un rumbo fijo a seguir, no tengo un curso dado, sólo ideas y metas particulares, cada una por sendas tan diferentes como similares. Por un lado, me llama la ciencia, en particular la física, que fuera mi calvario en el colegio; ahora que estoy en los últimos desafíos de mi carrera se me presenta como una amante seductora y llena de misterios que descubrir, con métodos que son de mi agrado y que, por si fuera poco, me permiten desenvolverme como científico sin caer en lo ingenieril, sin caer en la monotonía del trabajo empresarial, sin caer en la rutina de tener que asistir a una oficina para dirigir proyectos que no son de ningún interés para mí.

Por otro lado, y no menos fuerte, está Euterpe, la musa de la Música, que me llama cada vez con más fuerza... ella me da el lenguaje y me permite la expresión que en las letras y manualidades tengo prohibida, sin embargo, no soy capaz de interpretar instrumento alguno como quisiera, pero siento que cuando agrupo las notas bajo mis propias reglas y parámetros, cuando los motivos danzan en mi cabeza, es cuando realmente hago lo que quiero. El único modo en que he logrado interpretar como he querido ha sido con la voz. El único modo en que he podido expresarme como es debido, es con la voz. Pero no sé cantar, y cada vez que lo hago, no me resulta como quisiera por falta de técnica. Pero la composición... ver las notas en el papel y poder sentir que puedo darles forma es lo que pretendo lograr algún día. Hoy por hoy, mi gran "piano" es Finale, programa que puede dar una idea bastante buena de lo que es el sonido final, al menos en lo que a alturas se refiere; ya que mi nula capacidad con los instrumentos no me deja ni siquiera lograr averiguar cómo sonará con la guitarra y no sé solfear tan bien como para entonar los intervalos ¬¬. El proceso es tener una idea y buscar las alturas que suenan en mi mente (que puede ser un poco lento); una vez encontrada, desarrollar la idea, hasta que todo lo que tenga que ser dicho haya sido dicho.

Justamente en este tema es que me surgió una inquietud hace poco. La escuela de la armonía clásica (mi estilo favorito; como un amigo me hizo notar, la armonía es muy importante para mí, al punto de que mis melodías son esclavas de ella) está llena de reglas y demases, que he aprendido a punta de golpes y con una que otra ayuda esporádica de algún músico experimentado que he conocido. Sin embargo, dado que no he tomado cursos formales de composición, es mi oído el principal dictador, junto a mi idea de lo que debe ser una pieza o una línea instrumental particular. Mi oído me dice "esto tiene sentido, y es lo que se quiere lograr". Hasta allí, bien. Pero mi idea está en cierto modo influenciado por los ejercicios de armonía clásica: todas las voces se mueven (unas más, otras menos) para lograr dar con el sentido. Sin embargo, en los ejercicios clásicos de 8 compases no existen los silencios en las voces. En la teoría del contrapunto, las voces no se callan, tampoco, salvo circunstancias particulares.

A lo que va todo esto es que tengo un serio problema cuando compongo, debido a este mismo punto de que aprendí la escuela solo, pero no con maestros que me guiasen: Me resulta casi imposible colocar un silencio en una voz, si la frase en sí no lleva ninguno (de acuerdo a mi idea de ésta). Y cada voz es, como me dijera Mauricio, guiada por la mano de Prokofiev: aquí no hay lugar para dejar de lado a ningún instrumento: todos tocan partes difíciles o fáciles por igual. Esto me lleva a que mis piezas tengan la densidad de una fuga, sin la preparación ni la maestría de desarrollo que ésta requiere. He llegado a sentirme agotado de escuchar mis propias obras.

¿Cuál es mi punto?

Las piezas que compongo se rigen por ciertos cánones que tienen que ver con mi filosofía, mi idea de lo que tiene que ser, la actitud que quiero imprimir y el concepto que intento transmitir. De técnica, tienen muy poco, lo que a algunos puede parecerle bueno, porque no hay escuela que me rija; sin embargo, es la escuela lo que a mí me gusta, y en mis piezas persigo el equilibrio rítmico del arte, o sea, sufiente tensión y sufiente reposo, alternándose lo suficiente como para lograr que el discurso tenga sentido y pueda, realmente, transmitir algo y no parecer un montón de notas reunidas por azar. Los computadores no hacen arte por esto mismo: sus combinaciones de sonidos son azarosas, no hay un fin último tras ellos. En mi caso, siempre persigo un fin. Y a veces, son demasiados fines al mismo tiempo y no logro separarlos, porque no tienen sentido, pero juntos son tantos sentidos unidos, que no sé si logra entenderse alguno.

Mis conclusiones son:
1) Debo ser un pésimo compositor
2) Debo aprender con un profesor que me corrija
3) Debo aprender a silenciar voces, para que exista un diálogo o un desarrollo coherente de la idea
4) Debí haber madurado antes

Espero en breve publicar el último trabajo... pero esta vez, terminado y no a medio camino >.<

jueves, 31 de marzo de 2011

Frustrante inicio de semestre (Corriente de la consciencia)

Tras tener el blog un poco botado (esto debido a dos faltas mías: falta de inspiración y falta de tiempo), me daré el tiempo de vomitar lo que siento y pienso en este momento... ya que no ando con muchas ganas de escribir ni acerca de la escoba que tiene Gadafi, Qaddafi o como coño se pronuncie (hay tantas formas de transliterarlo como fuentes en internet al respecto, así que lo mencionaré en su lengua: مُعَمَرْ القِذَافِي, lo que sea que eso signifique), ni de lo que pasa en el resto del mundo o las bendiciones de la ciencia hoy en día, destruidas todas por intereses económicos en un sistema condenado a colapsar. Ni hablar de la escoba que hay en mi podrida tierra natal, donde la gente se queja porque sí, porque no, porque podría ser, porque ay es que no sé, porque condenan a alguien de la CNI, donde no lo condenan, donde cierran o no una planta industrial (hecho que, de acontecer, curiosamente celebran como un gran triunfo del pueblo que lo exige, el mismo que después se queja del desempleo causado por la carencia de industrias para trabajar, porque el pueblo ha pedido que las cierre... ¿qué mierda esperan lograr estos pobres animales?), etc, etc, etc.

En fin, podría tratar muchos tópicos a modo de apreciación personal, podría escribir mi opinión al respecto o podría volver este un blog de descargas (la forma más rápida de tener miles de seguidores, por alguna razón... ¿me extraña? No, para nada, es incluso algo obvio), o podría comentar mis proyectos, trabajos, o lo que sea en que esté en este instante inmiscuido de alguna manera u otra... ¿por qué no lo hago? Porque estoy hasta la reverenda mierda con todo esto.

Es lo que me gusta. En cierto modo, algunos de mis trabajos me han traído satisfacciones, como los resultados de la práctica del verano, donde pude cumplir los objetivos bastante descentemente, y el tema tiene muchas proyecciones a futuro, lo que me ha hecho entusiasmarme sobremanera por continuar el área de estudio que comencé a duras penas el año pasado.

Ahora viene el problema... ¿por qué mierda todo lo que hago termina provocándome úlceras?... creo que escribirlo no es lo suficientemente expresivo, y hacerlo más expresivo hará que se vea como el reverendo O'Hara. Por un lado, tratando de optimizar los sistemas de funcionamiento, terminaron por colapsar y estaremos mucho tiempo funcionando a menos de la capacidad óptima, con resultados seguramente paupérrimos, y todo ello por priorizar, mientras que por otro lado, tratando de hacer que las cosas funcionaran, y persiguiendo a Pedro, Juan y Diego para poder obtener lo que necesitaba de cada uno, se me olvida un detalle magnífico y resulta que ¡ta chán! Al parecer no tengo NADA de lo que quería, y no lo tendré en el futuro cercano, jodiendo todo aquello por lo que traté de luchar. Y haciendo que todos los problemas acontecidos por mi selección de prioridades hayan sido en vano.

O sea, después de un mes dando vueltas, corriendo para todas partes, tratando de tenerlo todo de la mejor forma posible, confiando, sudando, rogando, explicando, vendiendo, resulta que he terminado con NADA, absolutamente NADA.

¿Qué mierda mi vida?
¿En qué momento cometí el error? ¿Fue en septiembre del año pasado? ¿Fue hace 3 años, cuando lo deseé? ¿Qué CRESTA hice mal?